En el Gran Mercado de Mistura 2013: Productores ayacuchanos de Chuschi ofrecen pan de siete semillas

• Son ganadores de concursos de negocios rurales promovidos por FONCODES.

Harina de cebada, de maíz blanco y morocho, de trigo, de kiwicha, de alverja, de habas y de quinua. Estos son los principales ingredientes del “Pan de siete semillas” que doña Emiliana Cayllahua de la Cruz, una campesina del distrito de Chuschi, Ayacucho, está ofreciendo en el Gran Mercado de Mistura 2013. 

Lo prepara dos veces por semana junto a sus socias María Allcca Cayllahua y Delfina Rojas Allccahuamán y lo vende en Chuschi, Cangallo y en la misma ciudad de Ayacucho. Y ahora lo trajo a Lima, a Mistura. Tiene muy buen sabor, es ecológico y nutritivo. 

Estas mujeres se organizaron en la denominada “Asociación de Madres Agroindustrial Las Semillitas Nativas de Ramón Castilla” y hace un año ganaron el Primer Concurso de Mujeres Emprendedoras promovido por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Obtuvieron 7 mil 500 soles como premio que usaron para adquirir una máquina amasadora-sobadora, y para contratar la asistencia técnica con el propósito de mejorar el producto. 

Las harinas de estos granos y cereales cultivados orgánicamente, se preparan en molinos de piedra. La masa se elabora con agua de cabuya (maguey) hervida para obtener una solución azucarada, que junto a la chica de jora, funge de levadura. Pero además lleva miel de abeja y huevo. El pan es decorado con granos de ajonjolí y kiwicha. Es un pan dulce, pero también con sal preparan el pan normal.

 “Lo horneamos con leña de eucalipto y molle, todo natural”, cuenta Emiliana, quien llega por primera vez al Gran Mercado de la Feria Mistura.

 Emiliana, María y Delfina son campesinas usuarias del proyecto “Mi Chacra Emprendedora-Haku Wiñay” de FONCODES, programa del MIDIS que opera en Ayacucho y en otras doce regiones del país promoviendo el desarrollo de capacidades productivas para la generación de oportunidades económicas sostenibles entre los hogares rurales en situación de extrema pobreza.

“Hicimos pruebas en la preparación, y nos salió bien. Este pan es para vender pero es también alimento para nuestros hijos. Es un alimento muy bueno. Vendemos en Cangallo y en Ayacucho. La gente ya sabe, calladitos nomás compran a 50 céntimos; se llevan 5 soles, 10 soles”, dice doña Emiliana.

Ella está acompañada de su esposo Emilio Flores Chipana, con quien tiene seis hijos. Es parte de la delegación de 21 pequeños productores agropecuarios usuarios de los proyectos de FONCODES en Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Lima, Pasco y Tacna que están presentes en el Gran Mercado de Mistura 2013, ofreciendo cerca de 100 productos naturales y procesados.