La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alertó sobre un “inquietante cambio de tendencia que a lo largo de la actual temporada se ha concretado en un brusco descenso de las cotizaciones” en las variedades de mandarinas tardías.
Se trata de una caída del 25% en variedades de mandarinas tardías, que se explotan y gestionan bajo el régimen de patentes protegidas que, como Nadorcott o Tango, se habían mostrado muy rentables para los productores.
De esta forma, la organización agraria llamó al sector a reflexionar sobre lo sucedido y defendió la “necesidad de clarificar el panorama y realizar una gestión ordenada y eficiente de estos cultivos”, indica un comunicado.
La noticia afecta a los productores ya que las campañas anteriores se habían caracterizado por presentar precios “hasta cuatro veces superiores a los que se pagan por las variedades tradicionales”.
Sin embargo, pese a la disminución en las cotizaciones, los precios alcanzados este año siguen siendo más atractivos que los de las variedades más clásicas.
El documento destaca que en promedio, “el valor de algunas de estas mandarinas protegidas ha caído en torno a 20 céntimos por kilo y su cotización en el campo ha pasado de 0,80 céntimos por kilo a 0,60 céntimos, e incluso en el tramo final de la campaña los precios por kilo han llegado a situarse en 0,37 céntimos”.
“Nunca antes -desde el inicio de la implantación en España de la Nadorcott hace una década y de la Tango más recientemente- este tipo de variedades habían alcanzado una cotización tan baja”.
De esta forma, AVA-ASAJA considera fundamental clarificar el panorama para “poder llevar a cabo una gestión ordenada y eficiente de este tipo de producciones que se han convertido en una de las escasas tablas de salvación con las que cuentan los agricultores en medio de un contexto general marcado por la falta de rentabilidad de la mayor parte de los cultivos”.
Cabe señalar que la explotación comercial de las variedades protegidas por patentes está sujeta a un régimen especial que incluye una serie de condiciones para defender precios dignos.
“Se trata de profundizar en modelos de gestión que aseguren un control riguroso y estricto sobre la legalidad del material vegetal que da origen a la fruta que posteriormente circula en los mercados; una gestión en la línea de trabajo que están llevando a cabo entidades como el Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP) u otras de similares características”, indica el comunicado.
Así, el llamado es a clarificar el panorama y ejercer control sobre la implantación y desarrollo de las nuevas variedades, “tanto el España como en el resto de países de la cuenca mediterránea, para evitar que estas mandarinas, u otros productos igualmente innovadores y apreciados por el mercado, no se conviertan en una burbuja que termine por estallar en un tiempo relativamente corto”.
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