Venezuela requiere sumar más áreas de siembra mediante la reactivación de la producción de rubros estratégicos como el maíz, sobre el cual pesa una propuesta para ser autosuficientes al 2020, según Fedeagro
Partiendo de que en el país tan sólo el 25% de la superficie con potencial agrícola está siendo utilizada, Venezuela requiere sumar más áreas de siembra mediante la reactivación de la producción de rubros estratégicos como el maíz, sobre el cual pesa una propuesta para ser autosuficientes al 2020, según la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agrícolas (Fedeagro).
Tras su nombramiento como nuevo presidente de Fedeagro, Antonio Pestana señaló en momentos cuando Venezuela es uno de los pocos países del mundo con mayor superficie por desarrollar, se impone la necesidad de tener una visión que apunte a la competitividad, productividad y rentabilidad del sector.
Sobre esta premisa surgió la propuesta de incrementar la producción de maíz, hasta garantizar los niveles de autoabastecimiento que demanda la población, para lo cual -según el dirigente gremial- se analizó el contexto global con base a los 7 mil millones de personas que existen en el mundo y de las que alrededor de un 15% pasan hambre.
“Para el 2050 seremos 9 mil millones de personas. En el año 1960 cada persona en el mundo tenía un equivalente de 4.6 hectáreas para cada uno, actualmente estamos en 2.2 has. y se espera que para el 2050 solamente tengamos 1.8 has., lo que nos lleva a concluir que tenemos que ser más productivos porque en menos superficies tenemos que alimentar a más personas”, dijo.
Ante esta realidad, el agricultor cree que Venezuela se debe abrir hacia el uso de la biotecnología que es implementada desde hace 16 años en los principales países agrícolas, de los cuales muchos son miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur). “De las 170 millones de hectáreas sembradas actualmente en el mundo a través de semilla transgénica, el 40% reposa en este bloque económico”, apuntó.
Mitos urbanos
Sin embargo, Pestana alertó que los “mitos urbanos” sobre los transgénicos, han frenado desde su estudio hasta su implementación en Venezuela, por lo que “desde Fedeagro pedimos que el tema sea manejado con cautela, pero sin esperar más; es momento de que llamemos a nuestra academia venezolana a través de los núcleos de agronomía de todas las universidades, la Fundación Danac y la Fundación Idea, para investigar al respecto y demostrar si es bueno o malo el uso de este tipo de materiales”.
Indicó que existe una incoherencia al momento de abordar el tema, ya que pese a las posiciones detractoras, los países que integran el Mercosur usan esta biotecnología, además de que en Venezuela se consume maíz y soya transgénica en los alimentos que se importan, pese a que a los agricultores se les niega su uso para la siembra.
“Adicionalmente, algunos fundamentalistas argumentan que no podemos utilizar transgénicos porque así favorecemos a la transnacionales, lo que es mentira porque nunca las hemos beneficiado tanto como ahora, cuando en vez de importar un saco de semilla compramos su equivalente en alimentos, o sea, 5 mil kilos de maíz para consumir y que no la estamos adquiriendo precisamente de los pequeños productores o conuqueros, sino de las transnacionales”, observó.
Con el apoyo de transgénicos, se podría aumentar hasta un 25% la producción, además de que se estarían dejando de aplicar agroquímicos hasta cinco veces por un ciclo, con lo que se estarían reduciendo notablemente los costos de producción.
Pestana sostuvo que con el incremento de 25% de la producción en las 434 mil hectáreas que actualmente se siembran de maíz, más la recuperación de 290 mil has. que se dejaron de cultivar y otras 200 mil has. que son subutilizadas, se sumarían un total de 925 mil has., cuya cosecha alcanzaría para cubrir las necesidades de consumo interno y posiblemente hasta generar un excedente para exportación.
“Es una aberración que le demos la espalda al conocimiento. Fedeagro no está imponiendo el uso de biotecnología -que no es sólo transgénicos-, pero sí está pidiendo a gritos que nuestra academia nos pueda decir si está bien o mal, y eso lo vamos a llevar ante la Asamblea Nacional y el Ministerio de Agricultura y Tierras, porque al fin y al cabo de estos materiales se beneficiará el consumidor, pues al generar más producción, bajarán los precios de los alimentos”, aseveró.
“El Gobierno nacional tiene más de tres millones de hectáreas que, en sus propias palabras, han ido recuperando durante muchos años, así que lo que se tiene que hacer es ponerlas a producir y para eso Fedeagro ha puesto a la orden algunos modelos exitosos que pueden servir para su desarrollo”, dijo.
Muy malo
Sobre las expectativas para el ciclo invierno, el presidente de Fedeagro aseguró que este período pudiera ser muy malo para los agricultores, quienes están “desesperados” porque el Ejecutivo apruebe el subsidio para los rubros como caña de azúcar, arroz y girasol, a fin de poder enfrentar la siembra de maíz que recién comienza en el país. Señaló que aunque el anuncio ha sido retrasado, el nuevo titular del MAT, Yván Gil, ha dado señales claras de querer responder a las necesidades del sector.
Por otro lado, manifestó que para garantizar la estabilidad del sector agrícola, en Venezuela se necesita sumar productores y áreas de siembra, mas no traspasar una finca o cambiar de patrono, por lo que Fedeagro ha puesto a la orden del Gobierno sus modelos de siembra más exitosos para que se puedan desarrollar las más de 3 millones de hectáreas que están en manos del Estado
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